Aquí dejo los dos últimos trabajos.
Se trata de recordatorios de Comunión de dos niños.
Uno de ellos tiene tres modelos. El otro un modelo que se encargó en dos formatos: punto de libro y recordatorio tamaño estándar.
El de los tres modelos, se hicieron dos según los gustos del niño: le encantan las motos, y el "Atleti". El tercer modelo es que yo llamo "normal" que es con la pose de niño bueno que acaba de hacer la 1ª Comunión.
El otro niño solamente tiene un modelo, que sería el correspondiente a "normal".
Los trajes se hacen según los gustos, así el primer niño va vestido de marinerito, sin embargo el otro lleva traje de chaqueta normalito.
También contaré que las iglesias que salen al fondo de los recordatorios tanto de uno como del otro están basadas en la iglesia donde realmente han hecho la Comunión.
sábado, 27 de abril de 2013
lunes, 8 de abril de 2013
49. Recuerdos (II)
Estos son de cuando ya era más mayorcita. Tenía un cuaderno y unos bolis bic de punta fina, de tinta negra. Qué maravilla! Y ahí estaban ellas de nuevo listas para que yo las dibujase. Eran ya tiempos peores, estaban ya mayorcillas. Algunas incluso se habían ido y ya no había patatas, ni maiz secándose, ...
Ya tenía cámara, pero hacía las dos cosas, fotos y dibujos.
Ya tenía cámara, pero hacía las dos cosas, fotos y dibujos.
48. Recuerdos (I)
Hoy una entrada nostágica.
Es que los gallegos tenemos ese apego a la tierra brutal, que no podemos controlar. Y los que estamos lejos lo sentimos especialmente.
No sabemos lo que es hasta que estamos lejos. Incluso me parece que idealizamos un poco los recuerdos.
Cuando era niña siempre quise tener una cámara de fotos. Y claro, no me la compraban. Eso era muy caro, y ¿para qué servía?...pero yo insistía. La quería para plasmar todo lo que veía, sobre todo a mi familia.
Mi ambiente familiar era muy particular porque vivíamos en casa de mi abuela pero, además, con ella vivían sus cuñadas, primas, un hijo, una hija (que eran mis tíos) y una tía de ella que era mi tía-bisabuela!! Eran todas adorables, y mi tío y padrino...qué decir de ese hombre tan maravilloso!
Tenía una obsesión tremenda por guardar cada momento que vivía. Con 10, 11, 12 años y con una certeza horrible de que todo eso se iría algún día y yo quería conservarlo quieto en muchas fotos. Pero como la cámara no llegaba, yo dibujaba. Dibujaba sin parar.
A mi manera de niña dibujaba a mi abuela viendo la tele, a padrino a mis tías, a madrina le hice un montón...
Y así fue como empezó todo. Y por eso ahora tengo este blog dedicado a la pintura, ilustración y todo lo demás.
Esto es el principio de una recopilación particular que estoy haciendo y que he decidido compartir.
Prefería que me contara historias a salir a la calle...
Mi abuela un sábado preparada para ir al mercado de Ribeira.
Es que los gallegos tenemos ese apego a la tierra brutal, que no podemos controlar. Y los que estamos lejos lo sentimos especialmente.
No sabemos lo que es hasta que estamos lejos. Incluso me parece que idealizamos un poco los recuerdos.
Cuando era niña siempre quise tener una cámara de fotos. Y claro, no me la compraban. Eso era muy caro, y ¿para qué servía?...pero yo insistía. La quería para plasmar todo lo que veía, sobre todo a mi familia.
Mi ambiente familiar era muy particular porque vivíamos en casa de mi abuela pero, además, con ella vivían sus cuñadas, primas, un hijo, una hija (que eran mis tíos) y una tía de ella que era mi tía-bisabuela!! Eran todas adorables, y mi tío y padrino...qué decir de ese hombre tan maravilloso!
Tenía una obsesión tremenda por guardar cada momento que vivía. Con 10, 11, 12 años y con una certeza horrible de que todo eso se iría algún día y yo quería conservarlo quieto en muchas fotos. Pero como la cámara no llegaba, yo dibujaba. Dibujaba sin parar.
A mi manera de niña dibujaba a mi abuela viendo la tele, a padrino a mis tías, a madrina le hice un montón...
Y así fue como empezó todo. Y por eso ahora tengo este blog dedicado a la pintura, ilustración y todo lo demás.
Esto es el principio de una recopilación particular que estoy haciendo y que he decidido compartir.
Prefería que me contara historias a salir a la calle...
Volvían de recoger patatas...
Mi abuela un sábado preparada para ir al mercado de Ribeira.
Mañanas y tardes de junio "debullando" maiz. Luego se extendía a secar al sol y cuando llevaba así días se recogía y luego era para las gallinas.
Etiquetas:
acuarela
domingo, 7 de abril de 2013
47. Mural de Primavera en el cole
En el Taller de pintura del colegio Híspalis hemos hecho un mural. Este es el primer año que lo hacemos, ya que era complicado antes por el tamaño, coordinar al grupo, etc.
Para su realización hemos utilizado papel contínuo de color azul de 5 metros de largo por un metro de ancho.
El color azul lo elegí para no tener que pintar el cielo y basarnos en un color de fondo que se integrase. Una vez en el aula donde tenemos el taller, había que extender el papel en el suelo ya que es el único sitio donde nos cabía semejante papelón. Y para pintar en el suelo había que acondicionar el lugar para no manchar demasiado así que forramos primero el suelo con plástico de pintor. Luego extendimos el papel y nos dividimos en dos grupos. Unos se encargaron del cielo y los otros de la hierba llena de flores. Cada uno con su estilo pintaron a la "primavera", su pelo, flores, mariposas, pajaritos...
Utilizamos pintura bastante aguada y no tapamos completamente el fondo azul en ninguna zona. Al tratarse de una superficie tan grande, el ojo se encarga de "ver" un color liso donde no lo hay. El remate se hizo con ceras de colores, acuarelables, mientras el acrílico se secaba. Todo ello en más o menos una hora!!
Y allí está colgado, en el SUM del colegio para ver si por fin la primavera se queda con nosotros.
Aquí bocetos previos para el mural:
Para su realización hemos utilizado papel contínuo de color azul de 5 metros de largo por un metro de ancho.
El color azul lo elegí para no tener que pintar el cielo y basarnos en un color de fondo que se integrase. Una vez en el aula donde tenemos el taller, había que extender el papel en el suelo ya que es el único sitio donde nos cabía semejante papelón. Y para pintar en el suelo había que acondicionar el lugar para no manchar demasiado así que forramos primero el suelo con plástico de pintor. Luego extendimos el papel y nos dividimos en dos grupos. Unos se encargaron del cielo y los otros de la hierba llena de flores. Cada uno con su estilo pintaron a la "primavera", su pelo, flores, mariposas, pajaritos...
Utilizamos pintura bastante aguada y no tapamos completamente el fondo azul en ninguna zona. Al tratarse de una superficie tan grande, el ojo se encarga de "ver" un color liso donde no lo hay. El remate se hizo con ceras de colores, acuarelables, mientras el acrílico se secaba. Todo ello en más o menos una hora!!
Y allí está colgado, en el SUM del colegio para ver si por fin la primavera se queda con nosotros.
El mural en el SUM.
Etiquetas:
clases de pintura,
mural
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