Boceto a lápiz leyendo "Marina" de Zafón |
A veces te pilla trabajando como decía Picasso. Otras no. Y cuando más trabajo tienes de otro tipo más ideas bullen en tu cabeza.
Lo ideal es llevar siempre un lápiz y un cuaderno encima y a la mínima ponerte a dibujar, escribir o lo que sea. Las ideas que más proliferan últimamente están en libros que leo.
Pero viendo a un niño jugar o a una señora sentada en un banco también puedes encontrarla.
A veces, a mí me pasa muchísimo, te vuelves loca queriendo coger un lápiz viendo una película en el cine: los escenarios, la estética de la película (una de Tim Burton me vuelve majara), los títulos de crédito (auténticas obras maestras por sí mismas muchísimos de ellos) unos personajes...
Otra fuente de inspiración son nuestros seres querídos, sobre todo los hijos, doy buena fe de ello.
Y los estados de ánimo. Se dice que los artistas cuánto más atormentados más y mejor crean porque con su arte es su via de escape, su desahogo. Esto es cierto a veces,...si el dolor es muy grande creo que no se puede hacer nada.
Y los otros artistas, sobre todo, claro, a los que admiras también son una gran fuente de inspiración. Cambian en las distintas épocas de tu vida, algunos están siempre presentes y también vas descubriendo nuevos a medida que caminas. Gracias a las redes sociales y a internet cada día descubro alguno nuevo que me dice mucho sin que lo sepa (Mónica Carretero y Raquel Díaz, ambas magníficas ilustradoras a las que le dedicaré una entrada en breve). También los encuentras tan afines que cuando ves su obra parece que la haya hecho una misma...
Bueno, pues a ver cuál es mi fuente hoy, que no la encuentro...